La historia de los cajones de huevos

Desde tiempos remotos, cuando se comenzaba la diagramación de un futuro pueblo, lo primero que se construía era un templo para agradecer o pedir a Dios por las intenciones de los fieles habitantes.  Pero en Oro Verde no ocurrió así.

Allá por 1960 se realizó una misión arquidiocesana y para sorpresa de todos, hubo trece casamientos de personas mayores. Esto fue posible gracias a la colaboración del joven Tito Díaz, quien realizó un censo casa por casa. El Padre Strita fue el encargado de la misión. Oriundo de Córdoba, se alojó en la casa de la familia Díaz.

Y fue así como surgió la inquietud: «Necesitamos un templo». Con la asistencia del Padre Vidal, se colocó la piedra fundamental de lo que posteriormente sería la Capilla Nuestra Señora del Rosario de Pompeya.

Uno de los primeros habitantes de Oro Verde fue el señor Carlos Politti, quien generosamente cedió un galpón de su propiedad para que se celebraran las misas en forma provisoria, hasta terminar la construcción del templo. Casualmente, la propiedad de don Carlos se encontraba ubicada en terrenos lindantes a una empresa que se dedicaba a la producción avícola. De esquina a esquina, en esa cuadra, existía un extenso gallinero en el que se criaban las «ponedoras encargadas del trabajo pesado».

Dado que no existían aun bancos para sentarse en las misas ni siquiera sillas suficientes, a alguien se le ocurrió utilizar los cajones que se usaban para empacar los huevos. Y fue así que, domingo a domingo, los habitantes concurrieron a las celebraciones litúrgicas al salón de los cajones de huevos. Y no terminó todo allí. El mismo salón se utilizó también como cine, salón de fiestas y de reuniones.

Tres meses después de la colocación de la piedra fundamental, se termina la construcción de la Capilla, permaneciendo durante un año (hasta 1961) sin puerta principal. La construcción estuvo a cargo de Don Angel Artacho, quien puso a disposición su tiempo, empleados y vehículos y fue el primer presidente de la comisión de la Capilla. El techo de zinc se obtuvo gracias a un subsidio del entonces gobernador de Entre Ríos, Uranga, quien a los tres días de este hecho es destituído de su cargo por un golpe militar.

Y la tradición continuó….

Durante los dos primeros años (hasta 1962), los asientos de la Capilla fueron cajones de huevo.

El primer casamiento que se celebró en la Capilla, fue el de Armando Éberle y Gerónima Keiner. Dado que el piso aún era de tierra, para que la novia no se ensuciara el vestido se colocaron bolsas desde la entrada hasta el altar como especie de alfombra.

Cinco años más tarde se construyó la sacristía que fue demolida en 2007.

A principios de 2005 se llamó a concurso para la construcción de un nuevo templo.

El 3 de octubre de 2006 se colocó la piedra fundamental y se derribaron los pinos que databan de 1960 pero estaban en mal estado de conservación, debido a que sus raíces no eran suficientes para soportar el peso de los mismos. Al 15 de octubre de 2006 se perimetró el terreno para la construcción del nuevo Templo.

La Capilla cuenta con bancos construídos en la Escuela Juan Bautista Alberdi y con sillas apilables compradas por la comisión pero muchos de nuestros mayores recuerdan con amor la historia de los cajones de huevos.

Actualizado el 15 de octubre de 2006

Revisado el 29 de noviembre de 2014

Agradecimientos:
A César Schvaigert y Raúl Salinas por los datos históricos
A José y Aurora Porciel y Gerónima Keiner por las fotografías